“UX sin usuarios no es UX.”
El UX Research es una parte esencial del proceso de diseño que nos permite crear un producto o servicio que funcione en el mundo real, con usuarios reales. Esto implica realizar varios procesos de investigación y evaluación durante el desarrollo, que poco a poco irán creando la base de nuestro diseño.
En muchas ocasiones, el UX Research se deja de lado por falta de tiempo y dinero o incluso porque creemos que con nuestras propias suposiciones puede ser suficiente. Pero algo tenemos que tener claro: los diseñadores no somos el usuario. Y es que, saltarnos este apartado tan importante del proceso puede influir negativamente al cliente, ya que tendrán un producto final que genere confusión y no resuelva las necesidades del usuario. Esto a la larga hará que el producto se deje de usar. Por eso, no debemos pasar por alto esta importante parte del proceso y es nuestra labor convencer a los clientes de la necesidad e importancia de realizar un UX Research. Ya que nos ahorrará tiempo, dinero y esfuerzo.
Actualmente existen muchísimos métodos a la hora de abordar un UX Research, y esto puede abrumarnos en un principio y hacer que no tengamos un enfoque final. Así que debemos estructurar muy bien todo el proceso. Esto implica que debemos tener unos objetivos claros desde un principio, es decir, qué necesidades del usuario desconocemos y queremos solucionar. Una vez tengamos claros estos objetivos, procederemos a elegir los métodos más apropiados. En este paso podemos optar por unos métodos cuantitativos, si lo que queremos es obtener números, métricas y referentes que nos ayuden a comparar nuestro diseño objetivamente. En cambio, si lo que queremos es obtener historias, opiniones o la razón de que los usuarios interactúen de una forma u otra, debemos optar por métodos cualitativos.
A continuación os presentamos unos de los métodos más conocidos que podréis aplicar en vuestro UX Research.
Test con usuarios: Este es un método tanto cuantitativo como cualitativo, que nos permite probar los diferentes prototipos con los usuarios a los que se les proponen una serie de tareas. Aquí podremos ver qué dificultades encuentran mientras interactúan con el producto. Este método se puede usar tanto en los primeros estadios del diseño como en los últimos.
User journey: Este método cualitativo nos permite ver las distintas reacciones y emociones del usuario en una secuencia de acciones que realiza con el producto. Se concretan previamente unos puntos de contacto (touchpoints) en los que analizaremos sus expectativas, comportamiento, emociones, etc. Con este método, obtendremos una imagen clara de los apartados más débiles de nuestro producto, a los que deberemos prestar atención en las fases siguientes del diseño.
Diarios de usuario: Este es otro método cualitativo que nos permite recoger datos sobre lo que hacen y sienten los usuarios en su día a día y lo que experimentan con el producto. Estos nos permiten recoger información durante un periodo de tiempo más largo.
Encuesta: Uno de los métodos cuantitativos más conocidos y efectivos. Para diseñar la encuesta, necesitamos tener muy claros los objetivos de la investigación y así poder crear un cuestionario con preguntas que recojan la mayor parte de alternativas posibles. Hay veces en las que es necesario hacer una fase cualitativa previa para que nos dé pistas sobre lo que necesitamos preguntar exactamente.
Card sorting: Este método nos permite ver cómo los usuarios agrupan y relacionan la información. Este consiste en pedir a los usuarios que ordenen un conjunto de tarjetas con la información que necesitamos categorizar. Los resultados nos ayudarán a definir los sistemas de organización y etiquetado de la web.
Benchmarking: Con este método podremos evaluar los productos de otros competidores y conocer sus puntos fuertes. Se suele realizar al principio del proceso para que nos ayude a generar unos objetivos.
A/B Testing: Este método cuantitativo se basa en testar diferentes propuestas de diseño, asignando aleatoriamente cada propuesta a un grupo de usuarios. Esto nos permite ver qué propuesta funciona mejor.
Como hemos explicado anteriormente, estos son algunos de los métodos más conocidos para llevar a cabo un UX research, pero existen muchos más que tal vez puedan ajustarse mejor a vuestros proyectos y necesidades. Basta con elegir unos pocos y realizarlos a lo largo de las diferentes fases del proyecto. Esto nos dará una serie de conclusiones que nos ayudarán a generar un producto final que conecte emocionalmente con nuestros usuarios y cumpla con sus expectativas.